jueves, 8 de enero de 2015

De Hanoi a Halong Bay

Hanoi está muy bien, pero nunca comparable con una bahía como la de Halong, con leyendas mágicas y paisajes mejores, por lo que decidimos contratar un crucero por la bahía. 

La verdad es que para elegir el crucero con una agencia dolió la cabeza un poquito, ya que tras leer durante muchas horas, no sabíamos como íbamos a acertar. Además en Vietnam cuando algo funciona lo copian, tanto que hasta los nombres de las agencias y logos son iguales, ¿Y ahora cual? 

Finalmente tras muchas lecturas y pensamientos sobre si ir con una agencia o por libre, otros mochileros nos recomendaron una agencia cerca del hostel donde nos alojábamos, así que decidimos acercarnos y ver las opciones que teníamos.

Finalmente decidimos el crucero de dos noches y tres días, la primera noche la pasaríamos en un barco y la segunda en un bungalow en mitad de un islote, donde solo encontraríamos unos cuantos viajeros, un chiringuito y naturaleza con algunos deportes para practicar, como el kayac y el voleibol.



Durante el viaje desde la agencia, hasta Halong Bay, ya hicimos amistad con dos valencianas y con dos alemanes, con los que pasaríamos 4 fantásticos días y una gran aventura.

El crucero comenzaba en el barco, donde al llegar contábamos con un almuerzo tradicional vietnamita. posteriormente Kayak, visitas de cuevas y regreso al barco a cenar y karaoke,  karaoke ni de broma hubo, jajaja, pienso que le habían dado información mía y decidieron quitarlo del programa, y fue lo mejor que hicieron, así no le rompía los tímpanos a nadie.

Tras no haber karaoke nos subimos a la parte superior del barco, donde nos juntamos nacionalidades de todas partes, y comenzamos a beber cervezas y a hacer juegos varios. La risa fluía y el nivel de alcohol cada vez mayor, siendo una noche de muchas risas.

Al día siguiente, temprano y con resaca visitamos una granja de perlas, conocimos el proceso de criación de la ostra, hasta la recogida de la perla, interesante, nunca había tenido en  mis manos una ostra con una perla, la pena era no podermela llevar de recuerdo.

Cuando acabamos de ver la granja nos fuimos al islote, donde nos esperaba la naturaleza, un bar restaurante, y un diferentes actividades deportivas. El grupo que íbamos se había aumentado, nos juntamos dos barcos y la verdad que éramos un equipo bastante bueno, por lo que la diversión se aseguraba.

Para hacer hambre, tras la llegada al islote, y posterior a alojarnos en el bungalow, hicimos varios equipos de voleibol y echamos un partido, que por supuesto amistoso, nivel de competencia ninguno, a lo mucho alguna que otra apuesta.

Durante la tarde, decidi hacer kayak, pero no quería hacerlo solo, por lo que después de insistir a mi compi valenciana, nos decidimos  a navegar un ratito, pero vaya mal rato, el susto de mi compi, y el viento que había entre islote e islote, fue sin duda una aventura, y algún disgusto, pero pasajero.

Las horas pasaron muy rápido y pronto llego la noche, llenas de cervezas y risas, y un rápido amanecer que nos desalojaba de la isla. Fueron tres días, desconectados de cualquier red, y acompañado de nuevos amigos, y naturaleza, que se convirtieron en días muy especiales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario